¿Le importaba atraer tantas miradas cuando quería solo disfrutar de un café en un lugar concurrido?. La respuesta era ¡No!, hacia frío, habían salido porque se habían quedado sin provisiones y lo único que deseaba era volver y poner en un lugar cálido a Seraphine. Tomó un vaso para servirse café, miró de reojo a Seraph y sonrió. — No te quedes ahí parada, elige lo que quieras. Quien sabe en cuanto tiempo tendremos que emprender una huida. — bromeo guiñándole el ojo, moviéndose para hacerle espacio sonriendo a las personas presentes que dudaban en acercarse siendo presas de la emoción.