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Erzebeth · 26-30, F
**Tan sólo lo escucha de manera anonadada, y, aunque intuye que la aversión del caballero hacia el extraño, tenía algo que ver con su actividad oculta, aún así, frustrada por años de que este oculte muchas cosas, durante años, después de que Maximillian se expresa, aferra sus brazos con fuerza, para evitar que se vaya, algo que ve, tiene intenciones de hacer.** ¿Esperas que ahora te crea después de que por años has negado responder mis preguntas? **Inquiere, de manera, tanto frustrada como incrédula; aferrándose más, para no dejarlo salir. Desea respuestas, y está realmente harta de no obtenerlas.**
MxGs1572538 · 36-40, M
-El caballero por su parte aún seguía enfurecido por aquella reacción de su señora. Era claro que la belleza de aquel hombre la había cautivado y no le dejaba razonar como era debido, pero de momento no se lo reprocharía porque entendía que muchas de las cosas que rondaban las desconocía y ese no era un caso aislado.- Aléjate de ese hombre. Es peligroso. Pertenece al reino de Makai y estoy seguro que es capaz de usarte para abrir la puerta entre ambos mundos. No me extrañaría que lo haga. -Es lo único que expone antes de separarse y encaminarse hacia la salida. Había mucho de que hablar al respecto pero en ese estado de alteración no podría hacerlo normalmente con su señora.- Cuando amanezca, ven a buscarme. -Cruza el umbral y cierra la puerta de los aposentos como puede, pero lo logra.-
Erzebeth · 26-30, F
**Sorprendida ante aquella situación, simplemente mira el espacio vacío que dejó el demonio al desaparecer y, en un inicio, permanece desconcertada a todo lo sucedido. Sin embargo, cuando recupera la lucidez, lo cual le toma sólo minutos, voltea hacia Maximillian, sumamente enfurecida, para exclamar.** ¡¿Qué crees que hacías partiendo a alguien dentro del castillo y sin un maldito juicio?! **Señala la puerta, con la mano, abierta, y seguramente con las herraduras abolladas cuanto mucho, para seguir con aquel reproche.** ¡Y encima destruyendo inmoviliario del castillo! ¿Acaso perdiste la cabeza? ¿Mi tío te pasó su locura e impulsividad con su puesto? Espero que tampoco te haya pasado su sadismo o tendrás severos problemas...
MxGs1572538 · 36-40, M
-Era evidente que el sujeto iba a escapar apenas hiciera acto de presencia, por lo que desiste de seguirlo, sabía a donde iba y sabía que tarde o temprano regresaría por su señora. Ya no había necesidad de mantener su Makai Armor activo, así que decide desactivarlo, volviendo este brillo que al apagarse aquel se des-materializaría.- Me pregunto lo mismo. ¿Por qué está Azazel aquí? ¿Te hizo algo? -Cuestiona preocupado pero en un tono firme y seco, mientras toma de los hombros a su señora para examinarla rápidamente con la mirada.- Si vuelve a aparecer hazmelo saber y lo eliminaré.
A1572282 · 31-35, M
#ffffff
- Al fin estaba logrando su cometido, romper la tensión que había generado con sus comentarios y chistes. A lo cual, la cercanía por parte de ella era sin duda su carta de triunfo, aunque cuando iba a dar el siguiente paso de intentar besarla, ese estruendo no solo lo asustó, sino que generó que retroceda rápidamente y su vista se lleve hacia aquel hombre, quien a sus ojos portaba algo realmente peligroso. - Se terminó el show. - Es lo único que pronuncia en voz baja e irritado, para finalmente desaparecer justo antes de ser golpeado por esa espada.
Esta vez el demonio tuvo fuerte de no ser lastimado por esa cosa que sin duda podría causar daños irreversibles. -
- Al fin estaba logrando su cometido, romper la tensión que había generado con sus comentarios y chistes. A lo cual, la cercanía por parte de ella era sin duda su carta de triunfo, aunque cuando iba a dar el siguiente paso de intentar besarla, ese estruendo no solo lo asustó, sino que generó que retroceda rápidamente y su vista se lleve hacia aquel hombre, quien a sus ojos portaba algo realmente peligroso. - Se terminó el show. - Es lo único que pronuncia en voz baja e irritado, para finalmente desaparecer justo antes de ser golpeado por esa espada.
Esta vez el demonio tuvo fuerte de no ser lastimado por esa cosa que sin duda podría causar daños irreversibles. -
Erzebeth · 26-30, F
**Aquel tumulto, sin duda la alarma bastante, y, simplemente retrocede levemente, cuando la puerta se abre de improvisto por la acción del pelinegro, debido al ruido.
Sin embargo, al ver al hombre con ese aire asesino, como nunca lo había visto, realmente la impacta, pese a que intentan mantener el control.** ¡¿Maximillian, qué significa todo esto?! **Exclama, sumamente molesta por la intromisión, la invasión y el descontrol de su caballero, algo que no iba a tolerar, sin embargo, cuando está a punto de arremeter al demonio con su espada, por instinto retrocede, para alejarse del albino.**
Sin embargo, al ver al hombre con ese aire asesino, como nunca lo había visto, realmente la impacta, pese a que intentan mantener el control.** ¡¿Maximillian, qué significa todo esto?! **Exclama, sumamente molesta por la intromisión, la invasión y el descontrol de su caballero, algo que no iba a tolerar, sin embargo, cuando está a punto de arremeter al demonio con su espada, por instinto retrocede, para alejarse del albino.**
MxGs1572538 · 36-40, M
¡No lo permitiré! -Son las palabras que se escuchan del otro lado de la puerta, misma que repentinamente se abre a todo fervor, causa a semejante patadón a la misma.
Es allí donde hace acto de presencia el caballero y guardián de la Reina quien, no solo se lo notaba molesto e indignado, sino con un aire asesino, tal así era que había usado el arma prohibida, su Makai Armor, aunque solo era visible su espada, aquella con grabados de otro mundo en su hoja de color negro, con la cual amenazó al demonio en cortar en dos, puesto que ya se había abalanzado contra este para eliminarlo.- ¡Vuelve a tu mundo! ¡Sirviente del Mesías! -Exclamó a todo pulmón en aquel transcurso en que dirigía su ataque a este y claro tenía cuidado de no tocar a su señora con aquella peligrosa arma consume almas.-
Es allí donde hace acto de presencia el caballero y guardián de la Reina quien, no solo se lo notaba molesto e indignado, sino con un aire asesino, tal así era que había usado el arma prohibida, su Makai Armor, aunque solo era visible su espada, aquella con grabados de otro mundo en su hoja de color negro, con la cual amenazó al demonio en cortar en dos, puesto que ya se había abalanzado contra este para eliminarlo.- ¡Vuelve a tu mundo! ¡Sirviente del Mesías! -Exclamó a todo pulmón en aquel transcurso en que dirigía su ataque a este y claro tenía cuidado de no tocar a su señora con aquella peligrosa arma consume almas.-
Erzebeth · 26-30, F
**La cercanía, por alguna razón de desconoce, es suficiente para que adquiera un leve nerviosismo, mismo que contiene ante todo y, pese a que desea apartar la mano ajena de su mejilla, no lo hace. Parte de la razón es que el temblor repentino de aquellos nervios los fuese a delatar.
Aún así, al escuchar aquellas propuestas, simplemente sonríe de vuelta al gesto del contrario, con cierta ironía y ladeando la cabeza, al lado contrario de donde siente aquellas caricias, para musitar.** Cuando dije de salir... no me refería a mitad de la madrugada. Aunque... **Se acerca al hombre, tocando con suavidad el pecho de este, hasta llevar lentamente sus manos a los hombros ajenos, dedicándole una coqueta sonrisa.**
Aún así, al escuchar aquellas propuestas, simplemente sonríe de vuelta al gesto del contrario, con cierta ironía y ladeando la cabeza, al lado contrario de donde siente aquellas caricias, para musitar.** Cuando dije de salir... no me refería a mitad de la madrugada. Aunque... **Se acerca al hombre, tocando con suavidad el pecho de este, hasta llevar lentamente sus manos a los hombros ajenos, dedicándole una coqueta sonrisa.**
A1572282 · 31-35, M
#ffffff
- El hecho de que la mujer esté cada vez más enfurecida era algo que le incomodaba, más aún porque no podía compartir sus chistes de la misma forma que lo hacía con Caín, así que desiste por completo, así como también cesa su risa. - Dijiste que querías salir conmigo y aquí estoy. ¿O prefieres quedarte aquí y perder la virginidad conmigo? - Musita aquel comentario sumamente atrevido y descarado, acompañado de una sutil caricia en la mejilla ajena, al mismo tiempo que un esbozo encantador hace acto de presencia en su perfecto rostro demoniaco. - Tú elijes.
- El hecho de que la mujer esté cada vez más enfurecida era algo que le incomodaba, más aún porque no podía compartir sus chistes de la misma forma que lo hacía con Caín, así que desiste por completo, así como también cesa su risa. - Dijiste que querías salir conmigo y aquí estoy. ¿O prefieres quedarte aquí y perder la virginidad conmigo? - Musita aquel comentario sumamente atrevido y descarado, acompañado de una sutil caricia en la mejilla ajena, al mismo tiempo que un esbozo encantador hace acto de presencia en su perfecto rostro demoniaco. - Tú elijes.
Erzebeth · 26-30, F
**La actitud del hombre, realmente la enfurece cada vez más, y se nota en su expresión, la cual tensa sus facciones ante la molestia que contiene enormemente.
Y si bien se mantiene indiferente ante sus risas, y su respuesta tan impertinente, cuando termina, inquiere con la firmeza férrea que recuerda a la de su padre.** ¿Qué haces aquí? ¿Viniste a hablar tan sólo de mi supuesta virginidad, no necesitas algo más? **Añade en un musitar gélido, observándolo desde el mismo lugar, sin alterarse en absoluto ante toda esa situación.**
Y si bien se mantiene indiferente ante sus risas, y su respuesta tan impertinente, cuando termina, inquiere con la firmeza férrea que recuerda a la de su padre.** ¿Qué haces aquí? ¿Viniste a hablar tan sólo de mi supuesta virginidad, no necesitas algo más? **Añade en un musitar gélido, observándolo desde el mismo lugar, sin alterarse en absoluto ante toda esa situación.**
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