- Después de ese acontecimiento donde obtuvo una victoria bastante favorable para su organización, se tomó su tiempo para recuperarse de aquellas heridas fringidas por ese muchacho a quien había asesinado, así como también estuvo varios días pensativo sobre lo ocurrido, sobre algo en especifico, una presencia que sintió por los alrededores, bastante familiar de lo habitual, un viejo "conocido" o al menos eso quería pensar. Entre sus incertidumbres se puso en marcha hacia el lugar donde alguna vez contribuyó para defender, esas tierras peligrosas, aunque claro [...]
No... no lo lloré. **Responde con franqueza, un tanto más tranquila, y, aunque el chico le desagradaba bastante, no es algo que expresaría al sujeto, aunque, que le desagradara, tampoco lo hacía a sus ojos, merecedor de una muerte como la que el extranjero le dio.** Así que te diviertes matando niños, ¿sólo porque nadie los va a llorar? **Inquiere, burlona con aquello. Por un momento considera el mencionar que, alguien más si lo lloró, alguien de su raza. Sin embargo, es una sorpresa que le tendrá guardada.** Aquí me llaman Majestad. Simplemente, mis títulos no necesito mencionarlos, hablan por sí solos.~
#ffffff ¿Cobardemente? Por favor, sólo vi la oportunidad de matar a uno de esos clones y resultó. ¿Quien llorará la muerte de uno del montón? ¿Tú? Lo dudo bastante. - Expresó con diversión, sin molestarse en que su sonrisa se amplíe cada vez más, buscando irritar a la mujer, aunque ciertamente sus palabras estaban llenas de razón. Ese muchacho era uno más del montón de sus enemigos, un sujeto a quien hace ya tiempo no podían erradicar por completo y por supuesto que aquello no pretendía salir más allá de lo ya expuesto ya que no era algo de importancia para el sujeto. Sin embargo esas palabras sobre la procedencia de Cain logran soltar una nueva carcajada irónica y bastante corta de la habitual. - Está bien, lady. ¿Cómo debería llamarte?
**Pese a mantenerlo amenazado con la espada, tampoco reacciona impulsivamente a los movimientos del extraño, sin embargo, aún mantiene la hoja del filo, a escasos centímetros del cuello ajeno. Y, aunque menciona nuevamente aquello, y se dirige a ella como su fuera aquel viejo conocido, y por supuesto vuelve a irritarla, tampoco pierde el control.** No te conozco. Jamás te había visto, hasta mi estancia en el mundo terrenal donde mataste cobardemente a un chico que claramente estaba en desventaja para defenderse de tus criaturas. **Expresa, aún manteniendo la dureza, pese a que, en el momento que menciona a los seres, vislumbra, tan sólo con sus iris y por un breve momento, sus alrededores, para verificar que el extranjero no juegue el mismo truco con ella, en ese momento.** Caín es hace siglos que murió. Si vienes a buscarlo, llegaste a la época equivocada.~ **Responde, tras suponer que, nuevamente la llamará como a su ancestro, (...)
#ffffff - Sin duda alguna, toda la situación era un deleite para el sujeto, tanto las expresiones de la mujer, como el hecho de que su caballero no llegara, aunque hasta cierto punto le desesperaba tanta pregunta junta, pero aún así, no cambió esa mueca llena de arrogancia y desdén hacia esta. Era claro que tampoco iba a repetir sus palabras, pero de algo estaba seguro, no viajó a ese mundo para luchar, sino para reencontrarse con su viejo amante. Hasta cierto punto se había decepcionado por esa "bienvenida", así que sin más, se levantó del trono sin hacer mucho, más que solo alzando sus manos en completa inocencia. - ¿Te ofendí, querida? No es mi culpa que tus allegados te guarden secretos. Sólo estaba de paso. Es una pena que trates tan mal a un viejo conocido. - Sentenció con una sonrisa irónica y desafiante pese a estar en condiciones poco favorables para su integridad física. -
(...) llegan a sus manos, de manera súbita y, desplegando un halo de aura repentino, dirige una de las hojas, al cuello del sujeto, amenazando el mismo, para exclamar con tono férreo e imperante.** ¡MUEVETE! O tu cabeza estará decorando los pórticos de la capital, junto a las de mis enemigos. **Sentencia, ya mirándolo directamente con un desprecio y desdén, como si se tratase de una rata.**
**Ella, ante toda lo dicho por el hombre, reacciona momentáneamente con un shock que la deja completamente petrificada, salvo por el leve temblor de sus ojos, al intentar procesar toda la información que el extranjero le revela, y, de la cual, no conocía nada en absoluto, pese a que siempre intentaba averiguar cualquier cosa que su sirviente le revelara, en todos esos años de travesía, y, a lo cual él jamás lo hizo, siempre prometiendo hacerlo algún día.** ¿Q-quien... quien eres tú? **Es lo único que musita, levemente, antes de escuchar sobre aquel niño que mató.** E-el siervo de Bernard... ¿fuiste tú quién lo mató? **Inquiere, volviendo en sí, reaccionando con un completo desagrado ante la confesión del sujeto. Y, es así que no piensa tolerar más a aquel. Pese a que su sirviente no llega en el momento, pese a que le ordenó estar presente en la audiencia con anterioridad, decide tomar las armas por su cuenta. Sus espadas hermanas (...)
#ffffff ¿Maximillian? No sabía que otro de ellos estaba en este mundo. - Musitó con una falsa sorpresa y por supuesto que aquello no le inmutó en lo absoluto ya que sabía que ese hombre no llegaría. Tan solo dio un último sorbo de vino con bastante elegancia y despreocupación para instantes después, utilizar sus poderes de levitación, llevando aquella copa de donde la había sacado. Por lo pronto cambió su posición de piernas, invirtiendo estas, sin siquiera quitar su mirada llena de desdén sobre la mujer. -
Esa cosa se reproduce como cucaracha. Es un dolor de cabeza lidiar con él. Mata cada monstruo que le arrojamos. Me pregunto si tu caballero puede hacer un poco más que ese mocoso del otro día. Esa es su misión, ¿Sabes de ello, no? - Sentenció con cinismo puesto que conocía a ese hombre y suponía que jamás le había hablado a ella sobre su verdadero trabajo, o al menos eso imaginó por sus actitudes impulsivas. -
**La actitud del desconocido no piensa tolerarla, y, mucho menos aquella falta ante ella, ante su familia. Tampoco le importa lo que tenga que decir aquel, ni porque piensa que esté hablando con una leyenda que, desde hace más de un milenio de años en Einfellterra dejó de existir, y, de quien todo lo referente a su vida es más algo que parece fantasía que realidad. Por lo que, ante aquel comentario del hombre, la joven tan sólo comienza a exclamar.** Como te atrev... **En seguida se corta, para después gritar con voz enérgica, convocando a quien ahora es general de sus paladines.** ¡MAXIMILLIAN! **No perdería más el tiempo con aquel extranjero, ni argumentaría el porque le debe respeto, sus acciones hablan por sí mismas, pero, ante la negativa, el sujeto la obliga a actuar por la fuerza.**
#ffffff ¿Insubordinación? Pfff~ ¡Hahahaha! - Una burlesca mueca así como también una sonrisa irónica no tardaron en manifestarse sobre la belleza sobre natural de esa criatura alada, ya que le resultaba bastante gracioso su patético discurso cuando anteriormente había visto en sus ojos un mínimo miedo sobre tales menciones hacia Cain. Por supuesto que en ese momento no tenía pensado levantarse si quiera de allí y mucho menos seguir ordenes de una pertinente mocosa, más cuando su risa finalizó de una vez por todas, su expresión se tornó sería. Volvió a acomodarse sobre el trono, esta vez apoyando su codo sobre el apoya-brazos para terminar con sus nudillos sobre su propia mejilla. - Mi nombre es Azazel. Tú eres quien debería de estar de rodillas en estos momentos.
