Su belleza es casi tan salvaje como la mia, despues de todo, el oceano es profundo y cruel con aquel que entra en el sin conocer. Aunque temo recordarle que mi trabajo es solo en el inmenso y poco explorado oceano. -sus escamas vibran al dar este un bajo rugido de diversion sin dejar de ver al otro dragon, su cola golpeando la tierra bajo sus patas una vez- No me inmiscuire en sus propositos si estos no lo hacen con los mios, ambos somos conservadores con nuestros objetivos

—: Concebir calores y fuego sin restricción, son mis ofrendas para tus aguas. Bellas son tus fuentes; bellos los claros de tus estanques, pero arderán hasta sus confines si te inmiscuyes en mis propósitos. No desestimes mi codicia, o vestirás mis llamas y tu belleza será asolada.—

Todo eso sucede... cuando no te encuentras con el océano, hermano. Despues de todo puedes arder sobre mi, pero nunca hacerme arder a mi.