-Claramente no bajo el ritmo, todo lo contrario, siguió con total deseo besando con ahínco los labios de su IA, enrredando su lengua con la de ella disfrutando de su delicioso sabor, avanzando cada vez más dentro de la habitación.-
-El acelerado ritmo en el movimiento de su lengua convocó a qué la IA abriera un acceso directo a la habitación de su maestro. Porque sabía a dónde conducía esa intensidad y por primera vez, fue ella quien deseo llevar la situación hasta ese nivel.-
-Mantenia tales caricias, resultaba sutil pero sus dedos encajaban a la perfección en la cintura de Thais, seguro porque estaba moldeada a su gusto, pero eso no impidió que continuará besándola y con ahínco ser más intenso en los besos.
Dejando que el jugeteo de sus lenguas fuera incluso, más acentuado.-
-Todo en ese escenario le era familiar, excepto los motivos, por eso supo enseguida que las caricias a su cuerpo simbolizaban un aumento en lo íntimo del encuentro. Rápidamente los brazos de la IA se dispusieron a envolver el cuello ajeno y a tomar altura con el alzar de sus puntas para profundizar el apego.
Con el escalofrío recorriendo su columna fue más fácil entrar en calor para que los movimientos de su lengua en oposición a los del músculo impropio fuese más fluidos.-
-Parecia que aprendía mejor de lo que esperaba sus educados movimientos solo hacían que el beso fuera más erótico. Al enrredar sus lenguas podía disfrutar de su saliva, una cálida sensacion que le reconfortaba.
Tal vez por ello fue sutil y deliberado que la sujetará de sus caderas, usando sus manos para acariciar con suavidad su cuerpo y las yemas de sus dedos para delinear su curvilínea cintura.-
-No era parte de una recompensa y eso era lo que le sabía más raro. Hacer cosas sin motivo le deja más dudas de las que su base de datos puede responder, pero, sin duda, la presión de sus labios le hizo buscar un mejor acomodo al girar suavemente su rostro.
Con el pulgar le hizo breve presión en el mentón, consiguiendo la mínima abertura para que su lengua se adentrara a buscar más de su maestro.-
-Poco a poco, suavemente prosiguió con el beso juntando sus labios con los de Thais, si bien era solo una inteligencia artificial, sentir sus características corporales se asemejaban al de una chica verdadera.
No era de sorprender que disfrutará de esos dulces besos que de vez en cuando como hora, tenía con ella.-
