Y es que el problema con la poesía, con ella y el ser humano comienza con el deseo.
El deseo que está constantemente en su inconsciente, en aquella parte de la psyque que nadie más puede penetrar, donde las cosas más ordinarias podrían convertirse en las más espléndidas cambiando ligeramente un punto de vista; como te ves tú ante ti, en el fondo, y es allí cuando viene el deseo, sentirse bien, estar en la búsqueda constante del amor verdadero, de la pasión, de la esperanza, dándote cuenta que al finalizar el camino, al finalizar ésto que los humanos llaman "vida", (...)
(...) les queda una cáscara llena con arrepentimientos de las cosas que no hicieron por estar en la búsqueda de lo que deseaban.
Es allí donde se pierden, en lugar de vivir, sentir, correr, gritar, llorar... en vez de eso viven pensando en qué harán cunado llegue el mañana que tanto anhelan o piensan que el pasado que ya no está jamás podrá ser superable, allí, allí es cuando se olvidan del hoy, de vivir el minuto a minuto, como si del último se tratase, simplemente siendo feliz, estar bien contigo mismo y para tí.
