le gustaba cosa que ella siempre negó, ademas apenas habían tratado un semestre entero, sus pensamientos parecían traicionarla y por primera vez su pecho se apretaba con fuerza ante la idea de estar enamorada de quién no debía, tenía que sacarse aquellas ideas de la cabeza, el era un humano y de seguro que si se enteraba de su verdadera esencia el podía apartarse de ella para siempre, intentó volver a comer con calma, intentar relajar su cuerpo con la idea de no pensar en nada más, solo con ella, con el afán de poder olvidar un poco que ella sentía cosas casi prohibidas por alguien más-

Después de la escuela ¿Qué harás? -Pregunto curiosa sin atreverse a verle al rostro tal vez podrían entretenerse en algún salón de juegos donde pudieran ser solo ellos dos, cuando miro su bandeja ya estaba vacía, guardo los palillos dentro y cerro la tapa con el fin de abrir su jugo y esta vez si beber de él-

-Al escucharle decir aquello solo pudo bajar la mirada sonrojada camino hasta al otro lado de la banca tomando asiento nuevamente junto a el, tomo su bento y sus palillos para seguir comiendo en silencio sin siquiera poder mirarle el lograba hacerla sentir avergonzada de si misma, tomo su caja de jugo y vio la de este junto a ella, no dudo en tomarla y darle un pequeño sorbo, sin pensarlo volvió a dejarla junto a el y susurrar aquellas palabras-

Eso te pasa por decir cosas vergonzosas -Murmuro aquello ultimo volviendo a comer y recordando las palabras que sus compañeras de clase habían dicho, "Si bebes de la misma botella se considera como un beso indirecto" cosa que le hizo poner roja como si de un tomate se tratara desviando su mirada hacia el otro lado con la vaga esperanza de no ser descubierta por este, ahora su mente vagaba al recuerdo anterior desde que comenzó a traerle la comida, sus compañeras tampoco dudaron en decirle o insinuarle de que lo hacia porque el senpai

Estaba seguro que de tener otra personalidad, una más pasiva, estaría muerto de verguenza en ese momento por tales palabras.

-Nadie me ha cuidado tanto como tu...¿qué voy a hacer cuando tenga que dejarte?- Lo último que dijo fue casi inaudible mientras comía otra salchicha y bebía de su jugo. No quería seguir sintiéndose así aunque era agradable ver como alguien se preocupaba por él cuando toda su vida vivió solo para complacer a alguien más. Realmente aveces eso mismo hacía que pensara en Agape como algo que podía manipular. Una parte de él la quería solo para ella. Deseaba tener algo que solo fuera suyo y le molestaba que eso que quería fuera precisamente algo que no se podía permitir.

No le sorprendía el comportamiento de la menor, era como verse a si mismo. Aveces calma, aveces agresiva. Así era ella y así estaba siendo él desde que le había conocido. Quizá por ello que se sintiera cada vez más a gusto. Aunque no precisamente porque le defendieran.

-Así que pensaste que no podía defenderme por mi cuenta, y eso que soy mayor que tu...- Hablo con fingido lamento, aunque estaba por completo jugando, tanto que quería hacérselo ver a ella. Después la escucho de nuevo, ese "¿me viste" y el interruptor se encendió de nuevo mostrando una sonrisa de lado. -Por supuesto, yo siempre te estoy viendo.- Dicho esto volvió a comer, "tranquilamente" probando con cuidado cada bocado, como si no le diese la suficiente importancia a lo que quería decir aunque internamente algo le incomodaba. Siempre se escuchaba a si mismo luego de decir las cosas, no era consiente y abría su bocota.

dar los primeros bocados a su comida, a veces podía notar la mirada de toda la escuela sobre ella, era de esperarse tal vez, solo esperaba que los rumores no circularan como lo hicieron el primer semestre, volvió a comer un poco de salchichas con el fin de calmar un poco sus pensamientos, se giro para mirar a su compañero que parecía ocupado en lo que hacia hasta que aquel grito le saco de sus pensamientos dejo su comida de lado y con agilidad se poso frente a este deteniendo aquella pelota de fútbol con sus manos, los ojos dorados de Agape parecieron brillas-

Hey! tengan más cuidado estamos comiendo aquí -Dejo caer la pelota al suelo la cual pateo con su piern derecho logrando que esta cayera en las manos de aquel compañero, se volteó para mirar a Iori y solo pudo sonrojarse fuertemente- ¿Me viste? -Pregunto apenada sosteniendo su falda nuevamente entre sus manos, a veces se le olvidaba por completo su esencia y que era una mujer-

-Dejo ambos jugos al costado de ella sin que su acompañante los viera, tomo aquel bento para comenzar a quitar el paño que los cubría allí tomo el primero de color azul abrió aquella tapa dejando a la vista el arroz acompañado por algunas salchichas en forma de pulpo, carne y también algunas verduras, no sabía si le gustaría pero tenía la esperanza que fuera de su agrado dejo esta sobre sus piernas y mirar sus ojos de forma directa, estuvo a punto de decir algunas palabras pero no fue capaz-

Disfrútalo -Dijo sincera alejándose de este, miro el jugo y tomo aquella caja entre sus manos para ofrecerle este era de manzana por alguna extraña razón siempre era la que ella le veía beber debes en cuando, aunque si lo pensaba era el mismo sabor que les unió aquella vez- Era la única que quedaba y esta vez, compre para mi una de frambuesa Hablo con voz sutil abriendo su bento para si tomar dos par de palillos para darle uno a el y una ella- Entonces buen provecho -Dijo sonriente comenzando a

Su sonrisa se volvío ladina, al decirle de esa manera estaba jugando un poco con ella, aunque realmente la castaña se veía bien diciéndole senpai al mayor. También le gustaban sus expresiones y como se ruborizaba. Y al final de cuentas, seguía saliendose del camino.

-Vamos a sentarnos.- Suspiro pesadamente mientras se dejaba caer en la banca, mirando aquel enorme árbol de cerezos, tan cerca que no podía creerlo. Realmente no creía muchas veces todo lo que hacía ahora. Todo antes era servir y ser golpeado. Tanta tranquilidad le apaciguaba.

La escucho y se sorprendió ligeramente. Ella realmente decía lo que él ya intuía. Ahora mismo sentía un poco de miedo porque al parecer comenzaba a ser consciente de ella, la conocía bien a pesar de que esa no fuera la intención. No debía meterse tanto con ella, no debía recordarla porque seguramente cuando todo terminara él se iría lejos y jamás volvería a saber de ella.

-El cerezo...me alegra tener alguien que disfrute tanto este clima como yo. Para otros en mi clase es malo el invierno pero a mi me gusta. Casi no lo siento pero si puedo ver todo lo que trae esta estación. De pequeño siempre veía la nieve por mi ventana y...- La imagen de un pequeño que era abusado vino a su mente, era el mismo que solo encontraba felicidad al ver la nieve o las hojas de cerezo caer a través de una pequeña ventana donde estaba cautivo.

-Como sea...el jugo. Dijiste que lo compraste para mi. Estoy ansioso por probar lo que mi Kohai a traído para mi.-

se sintió como un estorbo en la vida escolar de quién ella admiraba y apreciaba por sobre todas las cosas, cuando le dijo que no lo usaba se lo hizo saber con todo su corazón en espera de que le llegara la sinceridad de sus palabras, solo cuando acabo de decir lo que tanto había guardado soltó el dedo meñique de este con cuidado, nuevamente adelanto el paso un tanto cabiz baja, Agape en sus escuelas anteriores fue expulsada por estar siempre en peleas, fue castigada por sus padres y enviada a una escuela de hombres aún así logro cambiar algunas cosas, cuando llego a aquella nueva secundaria se sintió sola y frustrada, más cuando consiguió quedar en el casting de Idol todo pareció cambiar, ya no era la nueva y rara niña que todos parecían pasar por alto, alzo la mirada del suelo hacia la salida del patio y alzo su voz de forma suave para que fuera escuchada-

Apresurémonos o no podremos comer, y alguien más tomara la banca donde siempre tomamos asiento junto al árbol de cerezo

-Caminaba con calma y con dirección al patio de la escuela estaba sumida en sus pensamientos elevó su mano para poder arreglar su cabello largo hacia atrás hasta que las palabras de este llamaron su atención elevó su mano para sostener apenas el dedo meñique de quien era en ese momento su senpai, sus labios se apretaron de forma temblorosa eh incluso intentó no decir nada que pudiera hacerle sentir culpable, por un momento su mirada dorada se desvió hacia el suelo y hasta que volvió para posarla en los ojos de quién tenía enfrente-

No, yo no pienso que intentes engañarme, tampoco creó que seas una mala persona, siento que cuando estas conmigo te muestras tal cual eres, siento que al menos una parte de ti para mi es verdadera, se que no conozco tú pasado y tampoco necesito hacerlo.... Solo sigue... Siendo tú mismo Senpai -Por primera vez Agape usaba la palabra a la cual siempre se negó en llamar a Iori desde que le conoció, si esta vez la usaba era porque hace unos minutos atrás