ʏᴏᴜ ᴄᴀɴ ᴛᴇʟʟ ᴊᴇsᴜs ᴛʜᴀᴛ ᴛʜᴇ ʙɪᴛᴄʜ ɪs ʙᴀᴄᴋ
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Rs1569371 · F
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ó ¿cómo era? Como sea, había pasado ya una eternidad desde aquella trágica noche en Mystic Falls, probablemente solo eran un par de meses, pero, en el infierno el tiempo era distinto, ver a Salvatore atormentado en su propio infierno era placentero, pero comenzaba a ser aburrido, y fue en este punto cuando Charlotte decidió buscar respuestas a preguntas que rondaban su cabeza hace bastante tiempo.
Lo primero que Charlotte hizo aquella noche fue buscar a Katherine por todo el infierno, abriendo una a una las puertas, con la esperanza de encontrarle aquí, no es que ser hija del diablo le proporcionara todo el conocimiento, de hecho poseía la arrogancia de su padre de creer que no era necesario estudiar la historia o cualquier cosa.
Las puertas parecían no tener fin lo cual no fue impedimento para ella una a una llegó a la última, sin embargo Katherine no se encontraba ahí. Si no estaba en el infierno ¿en dónde estaba? ¿a dónde iban las almas de los condenados? . Como primer recurso Charlotte cuestionó a su padre quién por supuesto no sabía nada al respecto, después fue con su madre; ella soltó una carcajada tan resonante que se escucho por todo el infierno, la historia de ser la madre de todos los vampiros parecía muy divertida. Los padres podían ser tan desagradables.
Como siguiente recurso Charlie pensó en sus «tíos» Amenadiel era muy sabio, pero recto, quizás podría buscar a Azrael la mismísima ángel de la muerte, aunque nadie la había visto hace bastante tiempo, quién seguro sabría todas las respuestas era el «abuelo» pero el arrogante no hablaba con nadie. Todo llevaría de vuelta a Charlotte a aquellos días en Mystic Falls; analizando lo que compartió Katherine con ella y lo que observo todo se reducía a «las brujas» Emily Bennet no era más una opción, y ya que no podía ser la única era momento de otra visita a la humanidad.
Era como si en Mystic Falls nunca hubiera existido la vida sobre natural, parecía que los pueblerinos habían logrado su cometido, lo que no significaba que no hubiera más brujas. Todo llevaría a Charlie al famoso «Barrio Francés de Nueva Orleans» no fue muy difícil encontrar a las brujas de aquel lugar y hacer que sus deseos de poder dieran a Charlie las respuestas, ahora lo sabía existía el «otro lado» el «plano ancestral» que no eran más que el sitio de descanso de los seres sobre naturales, creado por la bruja Qetsiyah, quién había creado también a los inmortales siendo su amado Silas el primero de estos y por supuesto como toda historia de la humanidad todo se resumía a: amor, traición, venganza, odio, y ¿Por qué no? Si el amor era una buena forma de arruinarlo todo.
Ahora todo era claro lo único que Charlotte necesitaba era morir por unos instantes, bueno existía un detalle necesitaba morir como bruja, por suerte para ella estaba rodeada de todo un aquelarre y si algo había aprendido de su padre era que siempre existe un humano más avaricioso que todos. ¿Quién no querría que la hija del mismísimo Lucifer estuviera a deuda? Vinculación, posesión, ellas tendrían que hallar el modo… Fue así como la bruja más inteligente o más avariciosa lo hizo, logró que Charlie cruzara al «otro lado». Dicho lugar no era tan distinto al infierno; frío, obscuro, lleno de condenados, era como volver a tocar una a una las puertas del infierno, excepto porque el tiempo era limitado. Poco a poco la desesperación se apodero de Charlotte, recorría uno a uno los lugares gritando el nombre de Katherine sin encontrarle o alguno de los vampiros con quienes había sido asesinada.
Inesperada mente Charlotte se encontraba de vuelta en Nueva Orleans, las brujas habían roto la magia no podían arriesgarse a perder a la hija de Lucifer y este desatara su ira sobre ellas. La irá se apodero de Charlotte manifestando su rostro demoniaco ante ellas y sería una de esas brujas quién le haría ver lo evidente antes de que Charlotte acabara con todo a su paso. «Si Katherine y el resto de los vampiros no estaban en el otro lado, era evidente que estaban con vida» Aquellas palabras trajeron de vuelta a Charlotte quién escuchó las formas de buscar a su preciada amiga mas no poseía algún objeto de ella que pudieran usar las brujas. Una vez más lo único que quedaba para Charlotte era volver a casa al final todos los caminos llevaban al infierno y al parecer las brujas sabían más de lo que decían y Katherine sabía demasiado de las brujas si el deseo de reencontrase era mutuo ella encontraría la forma.
Antes de descender al infierno Charlotte lanzo una amenaza contra las brujas, nadie debía saber que Katherine estaba con vida.[/code]
«Todos los caminos llevan al infierno»
ó ¿cómo era? Como sea, había pasado ya una eternidad desde aquella trágica noche en Mystic Falls, probablemente solo eran un par de meses, pero, en el infierno el tiempo era distinto, ver a Salvatore atormentado en su propio infierno era placentero, pero comenzaba a ser aburrido, y fue en este punto cuando Charlotte decidió buscar respuestas a preguntas que rondaban su cabeza hace bastante tiempo.
Lo primero que Charlotte hizo aquella noche fue buscar a Katherine por todo el infierno, abriendo una a una las puertas, con la esperanza de encontrarle aquí, no es que ser hija del diablo le proporcionara todo el conocimiento, de hecho poseía la arrogancia de su padre de creer que no era necesario estudiar la historia o cualquier cosa.
Las puertas parecían no tener fin lo cual no fue impedimento para ella una a una llegó a la última, sin embargo Katherine no se encontraba ahí. Si no estaba en el infierno ¿en dónde estaba? ¿a dónde iban las almas de los condenados? . Como primer recurso Charlotte cuestionó a su padre quién por supuesto no sabía nada al respecto, después fue con su madre; ella soltó una carcajada tan resonante que se escucho por todo el infierno, la historia de ser la madre de todos los vampiros parecía muy divertida. Los padres podían ser tan desagradables.
Como siguiente recurso Charlie pensó en sus «tíos» Amenadiel era muy sabio, pero recto, quizás podría buscar a Azrael la mismísima ángel de la muerte, aunque nadie la había visto hace bastante tiempo, quién seguro sabría todas las respuestas era el «abuelo» pero el arrogante no hablaba con nadie. Todo llevaría de vuelta a Charlotte a aquellos días en Mystic Falls; analizando lo que compartió Katherine con ella y lo que observo todo se reducía a «las brujas» Emily Bennet no era más una opción, y ya que no podía ser la única era momento de otra visita a la humanidad.
Era como si en Mystic Falls nunca hubiera existido la vida sobre natural, parecía que los pueblerinos habían logrado su cometido, lo que no significaba que no hubiera más brujas. Todo llevaría a Charlie al famoso «Barrio Francés de Nueva Orleans» no fue muy difícil encontrar a las brujas de aquel lugar y hacer que sus deseos de poder dieran a Charlie las respuestas, ahora lo sabía existía el «otro lado» el «plano ancestral» que no eran más que el sitio de descanso de los seres sobre naturales, creado por la bruja Qetsiyah, quién había creado también a los inmortales siendo su amado Silas el primero de estos y por supuesto como toda historia de la humanidad todo se resumía a: amor, traición, venganza, odio, y ¿Por qué no? Si el amor era una buena forma de arruinarlo todo.
Ahora todo era claro lo único que Charlotte necesitaba era morir por unos instantes, bueno existía un detalle necesitaba morir como bruja, por suerte para ella estaba rodeada de todo un aquelarre y si algo había aprendido de su padre era que siempre existe un humano más avaricioso que todos. ¿Quién no querría que la hija del mismísimo Lucifer estuviera a deuda? Vinculación, posesión, ellas tendrían que hallar el modo… Fue así como la bruja más inteligente o más avariciosa lo hizo, logró que Charlie cruzara al «otro lado». Dicho lugar no era tan distinto al infierno; frío, obscuro, lleno de condenados, era como volver a tocar una a una las puertas del infierno, excepto porque el tiempo era limitado. Poco a poco la desesperación se apodero de Charlotte, recorría uno a uno los lugares gritando el nombre de Katherine sin encontrarle o alguno de los vampiros con quienes había sido asesinada.
Inesperada mente Charlotte se encontraba de vuelta en Nueva Orleans, las brujas habían roto la magia no podían arriesgarse a perder a la hija de Lucifer y este desatara su ira sobre ellas. La irá se apodero de Charlotte manifestando su rostro demoniaco ante ellas y sería una de esas brujas quién le haría ver lo evidente antes de que Charlotte acabara con todo a su paso. «Si Katherine y el resto de los vampiros no estaban en el otro lado, era evidente que estaban con vida» Aquellas palabras trajeron de vuelta a Charlotte quién escuchó las formas de buscar a su preciada amiga mas no poseía algún objeto de ella que pudieran usar las brujas. Una vez más lo único que quedaba para Charlotte era volver a casa al final todos los caminos llevaban al infierno y al parecer las brujas sabían más de lo que decían y Katherine sabía demasiado de las brujas si el deseo de reencontrase era mutuo ella encontraría la forma.
Antes de descender al infierno Charlotte lanzo una amenaza contra las brujas, nadie debía saber que Katherine estaba con vida.[/code]