Al verlo acercarse colocó ambas manos en su espalda y sonrió, cerró sus ojos al sentir cómo el chico colocaba algo en su cabello y al tocarlo un leve sonrojo apareció en su rostro.
— Y supongo que tú eres mi príncipe, ¿no es así? —
-ahora si sospecha que en alguna vida pasada debió ser una mujer.... Una mujer bastante vanidosa. Se acerco al humano revisando su cuerpo junto al kimono. Tomo un broche en forma de rosa poniéndolo entre los cabellos del humano -
Sin duda alguna fue a tomar el kimono negro y le pregunto a la mujer que atendía donde se podía cambiar, sin duda le dio una mirada extraña al ver que quería comprar ropa de mujer, pero aún así le indicó donde estaba, se tardo un par de minutos y con algo de ayuda de las mujeres salió con aquella vestimenta.
Al ser jalado dio grandes pasos hacia el chico para no caerse, al ver todas las prendas y las telas quedó fascinado, esto sin duda le podría ayudar con su diseño de patrones para su clase.
— Oh! ¿Qué tal ese? —
Era un kimono negro de caída larga hasta los tobillos, decoraciones de flores de cerezo en las mangas, ese mismo estaba junto a un kimono blanco con una caída más larga, de seguro la tela del segundo se arrastraba por el suelo, este tenía detalles rojos en el cuello y mangas con flores rojas dibujadas en el final de la caída y las mangas.
-jala el brazo del humano para ir a buscar algún mercado humano donde comprarle el kimono que tanto quería, pero el no tiene ni la más mínima intención de siquiera probarse un kimono menos si es hecho por humanos -
-sacude su estola de un lado a otro complacido y emocionado con esa petición, pobre ingenuo que es su humano. Si supiera que los kimonos son un lujo en su época, tan costosos que solo se usan en bodas o para cortejar -
