Las cálidas manos de Luca le limpian el rastro de sus lágrimas, mira la tarjeta después de soltar cuidadosamente la mano que aún sostenía de Luca, ahora sí rostro era de total confusión y su mirada oscilaba entre el papel oscuro con ese apellido ya conocido y su amado, poco a poco fue entendiendo todo, era él, el es su futuro esposo, luego de darse cuenta sonrió ampliamente pero las lágrimas se desbordaron y es que Gabrielle era muy sensible, todo un torrente de emociones la embargaba en ese momento, pero al final solo dicha y felicidad llenaron de calidez su frío corazón.

Miró a su novio a los ojos y sin poder hablar por el nudo en su garganta, asintió con timidez aceptando así la propuesta que le acaba de hacer el único hombre al que a amado.