Luca le había dicho que le tenía una sorpresa, pero jamás imagino que sería esto, su cara era un segundo feliz, otro de confusión, algo de dolor, una mezcla de emociones difíciles de descifrar, siente que su corazón se parte en dos, tiene que rechazarlo por el compromiso que tiene con los Di Vincenzo, no sabe cómo hacerlo así que toma las manos de Luca y las junta acomodandolas entre las suyas y llevandolas a su pecho, lo mira a los ojos tratando de contener las lágrimas.

— Te amo, mi vida, mi alma, todo mi ser, yo soy tuya Luca...pero no puedo aceptar, mi madre concertó un compromiso para casarme con alguien más, yo...Lo siento.

No resistió más, sus lágrimas resbalan por sus mejillas, era lo más doloroso que había tenido que hacer en su vida.