Le miró de reojo con una ceja en alto, evitando hacer comentario alguno ante las palabras del chico, al menos lo primero. Sólo le juzgó en silencio y justo antes de que él terminase de decir algo sobre aquel dedo es que ella alzó la voz— ¡No te atrevas a decirlo! —ocultó con máximo recelo la foto, metiéndola en el sobre con el resto de fotos que había revelado. Así, exhaló por fin— Suficiente, suficiente... No le cuentes a nadie sobre esto, duerme bien y lee la biblia. —dijo aquello como una despedida poco formal, después de todo poco o nada le conocía salvo por aquel infortunado incidente. Así, partió finalmente con su dignidad reservada en el sobre de fotografías. (?)