Era curioso cómo ambos “científicos” tenían una hermana rubia que no valoraba la ciencia (?) Al escuchar parte del comentario a medias que el pelirojo había musitado, sobresaltó su mirada, sabiendo perfectamente cómo terminaría ese comentario. Sin pensarlo, y como parte de un reflejo, intentó cambiar de tema; sin saber que al final el pelirojo detendría su hablar. —¡Bueno, es un honor conocer al niño genio!— Estrechó las manos ajenas con una sonrisa nerviosa por todo el escándalo que se había producido por su pequeña hermana. Así, y al escuchar el último comentario del muchacho, añadió levemente avergonzada. —Eh... sí... Las chicas superpoderosas—