[code]- Y sí era otro de esos típicos días , sola , deprimida , pensando en lo que pudo ser y lo que quizá nunca será, su única labor hasta ahora en ese momento era guiar parte de una pequeña alma casi decadente hasta el abismo. Por ello quizá el elegante vestido muy fuera de tono a su acostumbrada vestimenta. Ahí estaba mirando hacia el cielo ya contaminado de la ciudad, seguramente pronto tendría que partir. Justamente iba a dar medianoche cuando algo o mas bien alguien le interrumpió.-
—.....
- De reojo le contempló, permaneció en silencio sin claro poder levantarse pues le estaba pisando la cola de tela .-(?)
— Pero que poca elegancia tienes al presentarte ante mi, puedes moverte.
- Y no fue una pregunta más bien una orden, con un tono singularmente fastidiado.-[/code]
