¿Dañarlo? ¿En verdad dañarlo? Sonrió ante su actitud desafiante, le divertía lo caótica que podía ser a su lado, se incorporó abandonando su cómoda postura para observarle con mas atención qué estaba apunto de hacer.

- Que va~ No seas ridículo Arca. - Se puso de pie sobre la superficie donde su cuerpo se encontraba descansando hace unos momentos. Contemplaba la transformación del alvino y río divertida, siempre el mayor encontraba una manera de entretenerla con cosas como esas.-

-¿Sabes Arca? Por eso me agradas....-Sus ojos brillaron y estaba apunto de hacer aparecer su espada.- No tienes limites para subestimarme, ofendes mi inteligencia constantemente y eso provoca que quiera destrozarte para que entiendas con quién estas tratando. -

Salto desde lo alto cayendo con ligereza y gracia cual miembro de la realeza, miro fijamente al demonio convertido en dragón. No iba a negar que su forma era preciosa pero no despertaba su apetito