Observaba cómo aquel sostenía algo que jamás había visto o sabido que existía. Su mirada había crecido ligeramente con sorpresa, aunque no lo suficiente pues las experiencias en aquel sótano al eu había pasado la mayor parte de su vida, le habían hecho ver y vivir algunos de los horrores que la misma humanidad podía perpetrar. Pero lo realmente impresionante era la clase de ser que se hallaba bajo la suela del contrario.

Él, trató de calmarse y no dejarse llevar por sus emociones ante el horror que ahora presenciaba. No fue hasta que el contrario pudo responder a su primera sentencia, dando así inicio a la conversación.

— Bueno... mi mirada fue despreciada por aquellos que me dieron vida, más algo que no sabían era que con ella puedo ver cosas que muchos no pueden. Dejando de decir lo que podía ver, antes de que me mandaran de nuevo al Hospital Psiquiátrico. Ni yo realmente sé el por qué, pero puedo verlo...