" David vierte con cuidado el líquido caliente en las tazas, una tasa de chocolate para ambos, corresponde al cariño de la joven y se apoya en ella, ambos toman asiento en los bancos de la alacena, aquella noche se conocen, ríen y comparten, David por mucho tiempo que se había negado y decide abrir su noble corazón, relata a la joven una parte de sus aventuras, la guerra en Egipto, la batalla de los caldeos y su paso por el inframundo, entre todo aquello la dama se duerme, El Rey la carga en brazos y la lleva a la dama, Las puertas del dragón desaparecen, dejando entrar la brisa fresca por el balcón, todo en calma David arropa a la joven con cariño y le da un beso en su frente, Se dispone a retirarse cuando algo llama su atención en el balcón "