—¡Mika!— A saltado a su espalda y le a abrazado con fuerza a penas a llegado a su casa de la escuela. —He vuelto.— Sonrió ampliamente mientras se aferraba a él. Realmente lo había extrañado aunque solo hubiera estado unas horas lejos de su lado.
Su sonrisa se mantuvo intacta mientras seguía abrazándole y escuchaba aquello de sus labios. —Muchas gracias, ¿cómo estuvo tu mañana hoy?— Después de unos días de tener a Mika a su lado, Yuusuke se había acostumbrado demasiado a tenerle ahí, siempre antes de irse a la escuela le dejaba cosas para que viera o leyera e incluso aveces le enseñaba sus notas de la escuela en busca de introducirlo a su mundo. Quería que aprendiera todo y que disfrutara de la tranquilidad que él mismo sentía en ese espacio, también intentaba distraerlo ya que no sabía si en algún momento Mika iba a regresar a su hogar lo cual no le agradaba pero aún así le daba curiosidad.
