-Flexionó también sus rodillas, recargando la cabeza en estas mientras le mira con comprensión.

—Lo entiendo bien. Es a veces complicado hablar de ciertas cosas, pero sabes ¿Pero sabes? Puedes confiar en mi. También tuve pesadillas un tiempo, pero luego todo se calmó. Tal vez en tu caso, suceda igual, pero de cualquier modo, puedes contarme cada vez que suceda, trataré de ayudarte. ¿Quieres? —

Extendió su diestra hacia a él para sellar su promesa.-