-Miraba con atención al chico, con curiosidad. Hacía mucho tiempo que lo conocía, al menos de vista por ser compañero de su hermano y amigos mayores. Últimamente, parecían cada vez acercarse un poco más, por ende, estaba demasiado interesada en platicar más con él, empero, su confesión, provocó un extraño vuelco en el estómago.-

—¿Pe-Pesadillas? —En sí, el tema de las pesadillas no era gran cosa, podría ser un tema de la infancia o algún temor, pero los ojos dorados y las voz que le hablaba, casi podía recordar lo que le sucedía a ella antes de saber de la existencia de Lusdry.-

—y... ¿Qué sucede en esas pesadillas? ¿Logras ver... a quien te habla? —