Al sentir la nalgada sonrió de medio labio mientras la miraba por encima del hombro, eso porque está de espaldas a ella. Le encanta que Lamy sea así de confianzuda. Si bien la conoció tímida, ahora que están viviendo juntos se ha soltado más, cada nueva cosa que descubre de su esposa la hace amarla más. Luego de aquella nalgada volvió a darse media vuelta y en el proceso finalmente se bajó los pantalones quedando simplemente en boxers con ese gran bulto descarado. Su cadera se movía de adelante hacia atrás cuál bailarín exótico y lo hacia descaradamente cerca de su cara como simulara follarla. —Mira como me tienes. Así de hermosa y sexy eres.~ —Dijo mientras que se sacaba finalmente la carne dejándole ver lo dura y enorme que está. Se la agarró con una mano para con ello frotarla sobre las mejillas ajenas, su cuello e incluso los labios; sin embargo, al poco tiempo busco meter su verga debajo del top deportivo ajeno para que sus tetas le aprisionaran la carne y así moverse nuevamente