Consideraré el hecho de poner eso como aviso por internet. - Bromeó. La realidad es que rehuía a las cuestiones del amor, pues concluía traían más problemas que momentos de felicidad. Su propia felicidad radicaba más en el amor que sentía por sí misma. - Pero hablando en serio, de vez en cuando es bueno conversar, nada más. Hablar con una mujer me resulta muchas veces molesto. Se interesan demasiado por no estar solas, y soy todo lo contrario. Prefiero hablar con un hombre de verdad cuya vida no gira en torno a tener o no pareja. - Le contempló largamente, esta vez de manera directa. Sus ojos se atisbaban penetrantes, filosos, como si el referir del varón tuviese un significado detrás que no había alcanzado a descifrar del todo; al menos tenía una idea, y he ahí su expresión suspicaz. -