Estaba realmente herido, el último combate no había culminado de una forma en la que el espadachín hubiese querido, pero así era el arte de las espadas, más cuando en un combate se dejaba un pequeño rango de debilidad.

Dejó ya por regaños de Ja'far ser atendido por la maga, la verdad no quería ser visto en esa condición tan deplorable, Sinbad no se habría dejado ni hacer un rasguño. ¡Sí tan solo no se hubiese distraido! era el regañó que se decía mentalmente hasta que aceptó la ayuda de la maga.

— Enserio...estoy bien, no es necesario est—Sostuvo derepente a la maga por los brazos deteniendola, ella acababa de tocar su abdomen y eso era algo que a Sharrkan le debilitaba por completo. — ¡Espera!—
Se sonrojo de forma fugaz y su gesto temblo llevado por leves gotas de sudor.