[code]─ No ha hecho falta nada más que tu presencia para hacer de éstos duros días suficiente para sonreír. No necesitas dedicarme canciones o palabras; el simple hecho de estar aquí me hace feliz.
Su mirada se profundizaba cada vez más notándose un encanto singular, llevaba una extraña melancolía acompañada por felicidad en sus azulados ojos centrados en los hermosos ajenos. Acarició con suavidad esa linda mejilla que se elevaba ante esa hermosa sonrisa marcada en sus labios.
─ Quiero que sigamos los dos con esa promesa, no me veo en otro sitio que no fuera a tu lado, Hiyori. Aquí estaré para ti, sólo tienes que decir mi nombre.[/code]
