*Murmuró contra su hombro sin soltarlo y continuando con su abrazo apegándose al taoísta que quería, él le había dado muchas sorpresas en ésos meses, la más grande de todas, el fruto de sus incontables noches como pareja y a quien esperaban pacientemente por su llegada era el mejor ejemplo de la dicha que había traído a su vida..*
O no.. pero por éso es bueno que sepas en lo que estas metiéndote... no todo es color de rosa Daozhang..
*También podía terminar odiado por quienes lo respetaban, ser visto como una abominación o una rareza, por ello siempre trataba de advertirlo*
