"Mi pequeño dragón, no puedes engañar a tus padres. Ya no perteneces al cielo, ya no perteneces a nosotros desde hace mucho tiempo..."
—Fueron las palabras más confusas y dolorosas que escuchó de su propia madre pero sabía que tenía razón. En su prisión, observaba a la luna vuelta mujer, en sus ojos veía reflejada su vida y el punto en el cual creyó haber retrocedido pero era una ilusión, pues ellos nunca volvieron a verlo como un guardián a pesar de ser su hijo, menos ahora que estaba por tener finalmente una cría ilegítima al cielo.—