alarmaron ante la amenaza de una de esas tantas criaturas rodeando a la rebelde como a la voz prodigio, por lo que emitir ruidos para llamar la atención de Seraphine fue lo primero que hicieron durante ese encuentro. El rostro de la rubia se alza y se gira hasta sus familiares, luego a la criatura, cuya apariencia es lo más parecida a un canino enorme y cubierto de brea oscura.

—¡Tenemos un público muy especial esta noche! —dice, mientras sus brazos sueltan a Xayah —¡Vamos a darles el mejor espectáculo de la noche! —y pronto más alimañas comienzan a rodear a ambas, mientras los demás tendrían que lidiar sus propias batallas. Sin embargo, los ojos de Seraphine no despegaban sus atenciones en cada uno de ellos cada que puede. La mano derecha se alza a la altura de sus labios, y con la perfecta entonación de su voz, inició su canto.

—Como la flor... ¡Con tanto amor! Me diste tú... Se marchitó. Me marcho hoy, yo sé perder [...]