Trataba de limpiar un poco su mano de los escombros que quedaron pegados por la fuerza brutal del otro, estaba entretenido en eso hasta que comenzó a escuchas con atención lo que el otro le compartía.
De a poco un escalofrío le recorría la espalda y su rostro cambiaba de golpe por los nervios.

—A...— Quería poder proporcionarle algo de alivio con palabras pero estas sencillamente no salían ya que el mayor estaba describiendo casi a detalle cómo sería su vida si él no hubiera elegido irse de su antiguo hogar, uno donde las falacias, las apariencias y la gente putrida abundaba, uno donde sentía que a cada minuto lo asfixiaba.

—Vaya... —Fue lo único que pudo pronunciar después de sentir su sien en su hombro, dejándolo descansar sin quitarse como normalmente reaccionaria —Si que la familia a veces es más una carga que una ayuda... Aún que el hecho de que hagas todo esto por el solo puede significar una cosa... Tu en verdad amas mucho a tu padre... Te admiro por eso—