—¿Cómo? ¡Ey!— Le sorprendió, haciendo que sus ojos se abrieran de par en par no le agradaba para nada que la tomaran de esa manera por lo que logro exitosamente moverse y sujetar su muñeca apretándola un poco debido a su movimiento tan repentino se mareo al final de cuentas estaba inerte hace pocos segundos.—N-no recuerdo quien me trajo la verdad.— Ahora sí que se sentía tonta y descuidada pero a todas estas ¿no planeaba soltarla? su barbilla ya se estaba tornando de un rosado por la presión a esta y dándose cuenta del lenguaje corporal de aquel hombre se notaba claramente que no estaba con sus tres sentidos activos aunque si mejor que ella de eso no le quedaron dudas.
Escucho nuevamente los susurros en su cabeza tan delirante eran que apretó nuevamente aquella muñeca “eres una niña estúpida” escuchaba una, otra y otra vez.
