En solo pocos segundos todo se fue al carajo, Gabriele perdio los estribos cuando noto en la mano derecha de Viviana aquel anillo ¿como puedo ser posible? ¿porque ella tenia ese anillo? nadie le dijo que podía tener ese tipo de libertades, su cuerpo, su vida era de y para la mafia no para nadie mas... Lo que no calcularon fue que aquella joven nunca estaba sola, siendo en pleno auge de la reunión fueron interrumpidos, siendo Escorpio que al ver la expresión de fría de Viviana la cual ocultaba sus ganas de llorar, era el motivo necesario para alejarla sin importarle quien se interponga.
Ha sus espaldas el cristal crujió aun mas, sabe no se lastimaría pero aun así ¿cuanta presión podría soportar? el colapso era eminente, pronto se vendría abajo como misero polvo ocasionando un mas estruendo.
La situación no era color rosa, mucho menos parecía tornarse de otro color que no fuera negro o carmín pues su tiempo se agotaba, Gabriele la quería de regreso y lo dejo en claro cuando de un golpe abrió la puerta de aquel baño, notando la situación.
── Me interesa saber que tanto hablan pero ella tiene trabajo que hacer.── Gabriele abrio su boca solo para expulsar el humo que guardaba en sus pulmones, dando una mirada hipócrita a ambos, sin embargo, sabia que ella no fallaría en su misión pues dependía de un misero hilo de vida.
