A veces le gustaría drenar sus pensamientos de alguna que otras cosa, pero tenía el mal habito de guardarlo todo hasta que le explotaba drásticamente afectándola no físicamente si no mental. Teniendo presente el movimiento en su cabello, se movio solo un poco dándose cuenta que estaba en un capullo hecho por las colas de su esposo ¿Y si, edén también se activaba? No, eso no… Sus ojos se abrieron lentamente, dejando ver sus iris llenos de colores por un momento hasta regresar a la normalidad.
── ¿Q.que hora son a-amor? Dormí pero no sé cuánto.
