Llevaba su mano sobre sus ojos buscando identificar de quien se trataba, no pudo contener una pequeña. Dejando que se plasmara aquella sonrisa amable —¡Deku-san! Bienvenida no pensaba que eras tú quien vendría a cosechar algunas Fresas es una agradable sorpresa — Terminaría por hacer una pequeña reverencia, quitándole importancia a aquellas palabras con un ademan para calmarle. — No te voy a poseer, ya no puedo jejeje además ya vi todo. Ven te daré una canasta para que puedas seleccionar las que más te gusten—