Pone mala cara mientras puede SENTIR la risas de las demás chicas, como si Kaori hubiese planeado todo aquello, lo cual no le sorprendería en lo más minimo.

Al entrar en la habitación parece haber cambiado a un aire mucho más oriental, adornado como cuarto chino en lugar de japonés.

─ No lo soy, mujer. Es molesto que medio mundo se te quede viendo en la plaza comercial mientras te ven cargando un oso gigante ¿Sabes que veo? Un nido de polvo... pero como les gustan a ustedes estas cosas