-Su cuerpo se ajusta a la complexión de su novio, y entonces cuando empieza a ser irradiada del calor ajeno busca tomarle el mentón, y respirar muy cerca suyo, robándole los retazos de suspiro, devorando su respiración pero sin tocarlo.-
Entonces, pronto me convertiré en esa esposa que debe ocupar ya su lugar. Mi lugar como tu dueña. . .