Sus ojos se mantuvieron fijos en los de su pareja detallando cada uno de los aspecto es su ropa, indiscutible, le quedada como guante.

— Saldremos en una cita. — Era cierto ¿como se le pudo olvidad? — Y-ya me preparo no tardaré lo juro.

Uniendo sus labios correspondió su beso, que efectivamente despertó a la primavera dentro de ella, coloreando sus pómulos y lóbulos e un hermoso sonrojo. Sin más dio media vuelta y salió despedida a prepararse.