« Back to Album · Next »
— Por supuesto. —
Dijo, como si fuera lo más obvio del mundo. Y entre besos repasó cada nudillo, dorso y antebrazo. Le eran tan fragantes y suaves como duraznos. Él, en cambio, olía ligeramente a aceite de carro, metal, cuero, metal y perfume.
Riendo entre dientes, se giró sobre sí mismo, para mirarla de frente.
— Hola de nuevo. Necesitaba ver tus ojos. —
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
maxam · M
— Por supuesto. —
Dijo, como si fuera lo más obvio del mundo. Y entre besos repasó cada nudillo, dorso y antebrazo. Le eran tan fragantes y suaves como duraznos. Él, en cambio, olía ligeramente a aceite de carro, metal, cuero, metal y perfume.
Riendo entre dientes, se giró sobre sí mismo, para mirarla de frente.
— Hola de nuevo. Necesitaba ver tus ojos. —
Add a comment...