-Agitó la cámara con ansiedad mientras observaba esa exhaustiva batalla que Kazuha tenía con el sostén. Aún faltaba el resto del traje de su ama, pero cuando finalmente lo logro, sonrió con picardía.-

A ti te queda mejor, amigo mio. Además... si uso eso lo más seguro es que lo rompa, mi espalda es más ancha que la tuya. -Admitió orgulloso por sus entrenamientos diarios. Si bien no se comparaba con la contextura de otros guerreros como Itto, el General tenía más musculatura que su compañero.-