Apenas vio la cara de la chica, esas expresiones de enojo y sus severas palabras, Lucille se echó a reír como una desquiciada, dando pasos al frente y atrás de manera simultánea, como si fuese un robot o una criatura descompuesta, y claramente lo estaba, era la creación perfecta a la "locura" de su amo a quien llamaba "padre".

Al ver como la fémina se acercó a Arthur, eso le hizo rabiar, Lucille era muy posesiva con "sus cosas" y Arthur era una "pertenencia" para ella, ya que lo tomaba a que fueron creados como Adán y Eva. Entonces, se lanzó a tomar la mano de la chica y presionarle con fuerza la muñeca hasta el punto en que Lucille sabia que en cualquier momento la rompería, y por si fuera poco, le torció el brazo; no la soltaba, no la iba a soltar y la miraba como una criatura demente mira a su próxima víctima.

— No te tomes atribuciones que no te corresponden. Puedo hacer lo que quiera con Arthur, le pertenece a Lucille, papá lo dijo. Así que no toques a mi juguete sin mi co