La única razón por la cual no le habían disparado a Tweek era por el dispositivo entre sus manos, los chicos le animaban a explotar todo de una jodida vez para darles una lección a los ejecutivos de Hollywood, no era justo que estuvieran destruyendo todo lo que les gustaba. Se escuchaba el apoyo y los ánimos de sus compañeros. ¡Hazlo de una puta vez carajo!, ¡Si, dales una patada en las bolas!

Tweek sufría de violentos espasmos. Si no les iban a dar lo que querían se vería obligado a presionar el maldito botón, la adrenalina invadía por completo el cuerpo de Tweek por ello no había siquiera sentido el teléfono vibrar en el bolsillo trasero del pantalón, pero de sentirlo tampoco podría atenderlo, una pequeña distracción podría representar la muerte del rubio.

Cartman por su parte apuntaba a la cabeza del nuevo director y Stan del escritor, mientras más iban revisando el guion más se iban dando cuenta de que era un mojón.