- nunca en su existencia imagino que algún espíritu heroico disfrutara tanto el arte de cocinar como el albino frente a sus ojos, ejecutaba aquella receta con facilidad como si lo hubiera repetido cientos de veces a lo largo de su vida.
Presto mucha atención conforme el relataba claro que a una distancia prudente para no estorbar su destreza, una vez que visualizo el plato emplatadl frente a ella realmente se le hizo apetitoso, por lo cual asintió con la cabeza como agradecimiento y tomando un par de palillos limpios a su alcance degusto la comida-
Oh... Un sabor bastante agradable... Pequeños detalles como este me complacen.
