[code]— ¿Rivales? Estos cerdos no merecen ser considerados así —La hechicera se erguía con toda su belleza y crueldad sobre aquellos infortunados miserables. Habían llegado como una plaga a aquel imperio y menos de 48 horas ya habían caído ante ellos, era parte de su rutina ya el salir de "cacería" solo para pasar el rato. Como si de látigos y correas se tratase, la emperatriz había amarrado a sus cuellos finos lazos negros, creados a partir de las súplicas y sollozos ofrecidos en busca de piedad. Esa era la realidad y la fuente de su magia. Giró un poco su rostro para poder ver a su amado conquistador, luciendo una sonrisa por demás provocativa para él— ¿Quieres venir a dar un paseo conmigo, mi Rey?. [/code]