Y con cada salto, Yang se enternecía más y más. No quería que Ruby creciera nunca, ¡estaba perfecta así, pequeña! —¿Lo hice? —bromeó. —C'mon Ruby, luces adorable~. ¡Hagamos un trato! Te las daré, pero a cambio debes hacer algo por mi. ¿Trato?
¡YAAAAAAAAAANG PROMETISTE NO MOSTRARLAS! *La voz de la pequeña sonaba con reproche, tratando de saltar y quitarle todas las fotos que tuviera para que no fueran publicadas* ME VENGARÉE.
*Miraba hacia todos lados, en ocasiones no sabía si su hermana era demasiado amorosa o solo buscaba avergonzarla* ¡¿De dónde sacas esas fotos?!¡YAAAAAAAAAAAAANG!
