La elegante hoja serpenteó alrededor de la figura femenina que con firmeza sujetaba el mango, haciendo que el movimiento de la misma terminara su trazo curvo y así cortaría el cuello del demonio que hubiera estado atormentando a las personas de la aldea cercana. La sangre salpicó, pero en el mismo aire se desvaneció como polvo, junto al alarido de la criatura de piel oscura cuyo cuerpo se quemaría hasta las cenizas por el corte.
Su concentración era inmutable, hasta que escuchó la voz ajena y lo que dijo; daba la impresión de que no era un civil ya que no huyó despavorido, así que solo asumió que tal vez se trataría de un cazador inexperto, por lo que su expresión se tornó amable, dejando que su espada se curveara relajada a un costado. Debe ser un corte limpio al cuello para separar la cabeza del cuerpo. Cuidado si cortas el rostro, el demonio podría regenerarse y atacar. ♡
