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[code]Era innegable su naturaleza y ya no estaba dispuesta a esconderla, a paso tranquilo aquella mujer de cabellos esmeralda salió de entre las sombras con su mejilla ligeramente manchada de la sangre de los que habían tenido que ser su alimento, solo se recordaba alimentándose mientras se disculpaba con cada mordida que daba casi dividiendo su propia personalidad en dos, la cara amable y de justos sentimientos y aquella bestia que necesitaba de vez en cuando tomar vidas para sobrevivir.