Lejos de intimidarlo, el joven dejo escapar un suspiro de pesadez. El comportamiento del zorro se asemejaba al de su sensei, y con una vasta experiencia tratando a seres con ese carácter agresivo, el temor se fue aminorando.
-Solo bromeaba, realmente no quiero a otro espíritu cuidando mi espalda, con sensei es mas que suficiente jeje.