—Me luce bien ¿no? —Dijo mientras se la modela, moviendo el torso de un lado a otro, simulando a una modelo de televisión. Retomó su postura seria, cuando Soujiro emprendió una caminata y ella caminó detrás de él, agradecida por las botas para la nieve que había adquirido.

—¿Cómo lo sabes? —Cada vez que se encontraban con una situación inesperada, los guiaba a una más. Iban encontrando cabos que terminaban atando al llegar a nuevos puntos en la tierra. Pareciera que algo más grande los llamaba y debían superar las pruebas que se les imponían.

Metió las manos dentro de la chamarra afelpada y miró al frente. Todo el paisaje blanco de la tundra nevada le enceguecía un poco, pero le fascinaba la nieve, y siempre había querido ir al polo Norte, fue esa razón por la que le pareció tan divertida la coincidencia.-