Si mi intención fuera "espiar" o "inmiscuirme", hubiera usado a alguna de las escort al servicio de mi Oyabun. Yo, una Abe, no tengo necesidad de trabajar en los estratos bajos del negocio. Es una muestra de honor, ¿lo entiendes? Vine de frente a ti, sin modos subrepticios, esperando que por tu propio oído y percepción notaras mi naturaleza.

Suspiró, bajo una mezcla fluctuante (y muy rara) entre condescendencia y reproche. Tras ver en el reposabrazos de un sillón un asiento medianamente adecuado para tomar, se dispuso allí. Cruzó los brazos y observó al varón.

Algunos creen que negocios y vida personal pueden ir desligados. Pero de ya te digo algo, Majima: las acciones de algunos avergüenzan a la familia. Varios han ameritado sacrificar más que un dedo por conductas indignas menos escandalosas.