Si de algo se podia jactar el dragon de la vida, era de ser un gran oyente. Se mantiene en silencio en todo momento, tomando una mano de Shaitan la que aprieta a intervalos para hacerle saber que no solo estaba escuchando, sino que estaba con él a traves de aquella dificil conversacion.
No iba a mentir, le daban ganas de llorar el pensar en perder a su amado esposo de la forma en que el contrario perdio a su madre, asi que se daba una idea de las penurias por las que estaba pasando su amigo. Una vez terminado lo que estaba por decirle suspira, tomandole la mano y atrayendola a sus labios para poder besar sus dedos y palma, queriendo tranquilizarlo un poco.
- Ya veo... la verdad es que no me extraña que tu personalidad se haya apagado si las cosas ocurrieron de esa forma... siempre es... triste el ver como alguien que estaba tan lleno de energia se pierde en si mismo al perder a alguien tan preciado, nadie deberia pasar por eso.
