La oscuridad de la noche había llegado así que era momento de despejarse y tener un poco de confort en el baño. Para eso mismo había pedido con anticipación a Xiao que acarreara los baldes para la tina enorme donde el se sumergía. En un momento de excentricidad había saltado al agua aún sin desvestirse en su totalidad, quería un momento diversión lo que significa una cosa segura, que ambos sirvientes pasarían otro momento raro con su señor.
— La agua es refrescante no lo crees, ¿Xiao?—
Se deshizo su peinado característico y dejo caer su larga melena azabache.
— Uno de los dos debería meterse conmigo al agua, ¿Quién será?—
