*Sam había salido a pasear con su cachorro pero algo había salido inesperadamente mal y ahora ambos estaban cubiertos de lodo y así habían regresado al apartamento*
- Su sonrisa se vuelve más amplia, y con el pulgar limpia un pequeño rastro de tierra en la mejilla ajena.-
Claro, primero Snowy luego tú. No sería la primera vez que te ayudo ¿Verdad?
- Recibe la indirecta, el comentario coqueto es regresado acompañado por un guiño, no sin antes ruborizarse un poco. Se adelanta unos pasos hacia el baño antes de volver a girarse con entusiasmo. -
